
3. Funciones de la piel
La piel tiene una serie de funciones imprescindibles para la supervivencia del ser humano:
- Función protectora: Por su composición y propiedades, la piel es una barrera protectora que separa a nuestro medio interior del exterior, evitando la entrada de microorganismos y sustancias tóxicas. También disminuye las lesiones por golpes u otras agresiones Pero, además de prevenir peligros externos, evita la salida de líquido al exterior o lo que es igual, la deshidratación. La piel también produce melanina, sustancia que nos protege de los efectos negativos de los rayos ultravioleta.
- Función sensitiva: La gran cantidad de
terminaciones nerviosas de la piel permite desarrollar un sistema receptor de estímulos que se envían al cerebro y que permiten identificar la presión, el tacto, la temperatura, las vibraciones y algo tan importante como el dolor.
- Termorregulación: Una de las funciones más importantes de la piel es la de mantener una temperatura corporal constante, en torno a los 37 OC, pese a los cambios de temperatura que puedan producirse en el Los cambios de temperatura son controlados por la piel, junto a los vasos sanguíneos, las glándulas sudoríparas (produciendo sudor) y los adipocitos.
- Metabólica o reserva: La capacidad que tiene la piel de absorber determinadas sustancias la convierte en una de las vías de administración de medicamentos; del mismo modo, tiene la capacidad contraria: permitiendo que se eliminen desechos corporales a través de
- Síntesis de sustancias: En la piel se producen diferentes síntesis como la de la vitamina D al exponernos a la luz ultravioleta, así como sustancias inmunológicas que intervienen en la inflamación, factores de crecimiento y en la producción de la
- Flexibilidad y movimiento: Para soportar los movimientos realizados por los músculos sin que se produzcan lesiones, la piel tiene que ser flexible y elástica.