La Agencia Tributaria visita los sectores con mayor presencia de ese dinero.
El organismo pone el foco sobre diversas actividades que afectan a los autónomos.

La batalla contra el dinero en efectivo es una más de las que Hacienda afronta en su guerra contra la economía sumergida. El organismo lucha para ampliar su recaudación y dar luz a lugares en los que tradicionalmente se han dado ciertos rincones oscuros no declarados al fisco español.

Por eso, una de las líneas de actuación de la Agencia Tributaria es la vigilancia del uso de dinero en efectivo y especialmente en aquellos sectores en los que puede llevarse a cabo por encima de los límites que marca la ley y promoviendo, por lo tanto, el fraude fiscal y la economía sumergida. Algo que afecta de lleno a los autónomos, dado que muchos de los profesionales por cuenta propia se encuentran en situaciones susceptibles de ser vigiladas por Hacienda.

Desde mediados de 2021 existe un límite a los pagos en efectivo que afectó a los autónomos con especial fuerza: se redujo de los 2.500 a los 1.000 euros para las operaciones en las que estén implicados empresarios o profesionales. La razón, de acuerdo con lo estipulado en la Ley 11/2021, de 9 de julio (que se puede consultar en este enlace del Boletín Oficial del Estado), es que «la utilización de medios de pago en efectivo en las operaciones económicas facilita notablemente los comportamientos defraudatorios, en sus distintas manifestaciones».

Es la línea que sigue el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero (disponible en este enlace del Boletín Oficial del Estado), que marca las directrices de la Agencia Tributaria para 2023 y que pone al uso de dinero en efectivo como uno de los aspectos a observar con especial ahínco.

El plan se refiere a la mayor presencia de la Agencia Tributaria en «sectores y modelos de negocio en los que se aprecie alto riesgo de existencia de economía sumergida, con especial atención al uso intensivo de efectivo o al empleo de métodos electrónicos de pago radicados en el extranjero y no sujetos, de hecho o de derecho, a las obligaciones de suministro de información».

La razón por la que Hacienda vigila a los autónomos por el dinero en efectivo.

El organismo explica en su Plan Anual que los grupos vigilados son los que se dedican a actividades que, por su naturaleza, reúnen una serie de particularidades o características que les hacen más susceptibles a conflictos con las normativas fiscales en cuanto al uso de dinero en efectivo. En concreto, Hacienda se refiere a dos claves:

  • Que tengan negocios en los que se prohíba el pago con tarjeta.
  • Que tengan negocios que les generen rentas procedentes de la entrega de bienes o de la prestación de servicios de forma directa al consumidor final, dado que dificulta las actuaciones de seguimiento.

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Fuente: El Economista

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