El ahorro complementario a la jubilación suma el 14% del PIB frente al 105% de las mayores economías.
La actual inflación supone peores rendimientos del ahorro y una barrera para los inversores.

España no es un país de ahorradores en fondos ni planes de pensiones. Al menos, no en comparativa con la media de otras economías desarrolladas. Los activos que suman en pensiones privadas los españoles alcanzan el 14,3% del Producto Interior Bruto (PIB), siete veces menos que la media de la OCDE, que supera el 105% del PIB. Las constantes restricciones en las deducciones fiscales, además de una reforma que dilapida los planes individuales sin terminar de asentar aún los planes de pensiones empresariales, provocan un estancamiento en la previsión social complementaria.

La OCDE realiza un análisis exhaustivo del mercado de pensiones global. En su última publicación recoge los datos hasta 2021 -o los más recientes, en el caso de que los hubiera- y alertan de que el recorte de las ventajas fiscales en el segundo pilar provocó que la mayor caída en aportaciones la protagonizara España, con un 45% menos. «La última reforma ha dejado las deducciones fiscales de los planes individuales en unas cuantías ridículas», critican desde Previsión Sanitaria Nacional (PSN) en conversaciones con este medio.

Es más, apunta el informe echa la vista más atrás y apunta a que la cuantía de aportaciones a planes de pensiones se ha visto reducida en comparación con 2011 y con 2001. En el caso de 2021, solo nos sigue la estela negativa Estonia. «Lo cierto es que la fiscalidad de este tipo de productos, como los planes de pensiones, no ha ayudado a reforzar esta realidad porque con el cambio de 2007 realmente lo que se conseguía era más un diferimiento en el pago de impuesto, que un verdadero ahorro fiscal», explican desde PSN.

Elisa Ricón, directora general de Inverco lamenta que, a pesar de la tendencia de la mayoría de los países de la OCDE a fomentar los planes de pensiones complementarios, España es uno de los únicos cuatro países en los que, desde el inicio del 2000, dichas entradas se han reducido. Los otros tres son Hungría, Polonia y Portugal.

En todo caso, destaca la representante de la Asociación Española de Fondos de Pensiones «este tipo de informes son una magnífica oportunidad para importar las mejores prácticas que ya existen en otros países, como el auto enrolment», es decir, la obligación a que los empresarios inscriban a sus trabajadores a planes de pensiones que se usa, por ejemplo, en Reino Unido.

Menos de un tercio de los próximos pensionistas que, en parte, miran con escepticismo las futuras cuantías de las prestaciones públicas. «La realidad es que, en un contexto de envejecimiento poblacional y una creciente esperanza de vida, los complementos privados van a ser absolutamente necesarios porque la prestación del sistema público va a ser a todas luces insuficiente para la mayoría de la población», avanzan desde PSN.

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Fuente: El Economista

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