El ciudadano pasa a ser responsable de todo ese dinero acumulado.
Al tomar esa decisión ha de asumir ciertos peligros y riesgos.

Aunque parezca una práctica de otros tiempos, mucha gente sigue guardando dinero en efectivo en sus hogares. Las razones pueden ser diversas y van desde la preferencia de tener una pequeño fondo de emergencia hasta, por ejemplo, la desconfianza en los bancos y una sensación de seguridad en casa.

No existe legislación alguna que ponga límites a esta práctica, ya que es completamente legal guardar el dinero en casa, lo que se conoce también como guardar el dinero ‘bajo el colchón’. Lo único que debe tener claro el ciudadano que así lo haga es que, desde el momento en que deja ese efectivo en su domicilio, se convierte en el responsable de la seguridad de ese dinero.

Es por eso que, al tomar la decisión de guardar el dinero ‘bajo el colchón’, el ciudadano asume ciertos riesgos y peligros. La preferencia por tener ese dinero a mano no evita que, en ocasiones, este tipo de almacenamiento tenga ciertos inconvenientes.

El portal especializado HelpMyCash ha publicado en su página web un pequeño listado de peligros que amenazan al dinero en efectivo cuando el ciudadano lo guarda ‘bajo el colchón’. Dos destacan por encima del resto:

Inflación.

Es uno de los temas de moda (desgraciadamente para los consumidores) y aunque los niveles de inflación actuales no son los de mediados de 2022 lo cierto es que el mantenimiento de la inflación subyacente hace que los ciudadanos que guarden el dinero ‘bajo el colchón’ pierdan poco a poco el valor de ese dinero.

No es casualidad que se llame a la inflación la ‘enemiga silenciosa’ del dinero, ya que hace que de forma progresiva ese dinero pierda valor. La explicación es sencilla: mientras el dinero se queda en casa, la subida de los precios hace que con ese mismo dinero cada vez se puedan comprar menos cosas.

Actualmente la inflación se encuentra en un 5,7% muy alejado del doble dígito que se llegó a acumular en verano, pero la inflación subyacente (aquella que no tiene en cuenta productos energéticos y alimentos no elaborados) está en un 7% y los alimentos han visto incrementado su precio en un disparado 15,7%.

Hacienda.

Es el segundo gran peligro que envuelve al dinero en efectivo ‘bajo el colchón’, porque todas las cantidades que se guarden en casa deben estar correctamente declaradas para evitarnos problemas con la Agencia Tributaria, que vigila muy de cerca el efectivo.

La razón es simple: si el dinero se retira de la cuenta bancaria y pasa a estar en nuestro domicilio hay que comprobar que Hacienda conozca el origen de esas cantidades para evitar que el organismo sospeche que no se ha declarado y que procede de la economía sumergida.

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Fuente: El Economista

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